Una mirada a la tierra y tu alma inmortal te hizo oir la sinfonía de la vida en todo su esplendor.. solo un impulso y con tan solo pensarlo andabas por las calles mas animadas de la tierra como una exhalacion... nadie te veia y sin embargo todos percibian tu sobrenaturalidad... sentian un halo de pureza, una mezcla entre bien absoluto y feliz serenidad.
Tus pasos se volvieron lentos y tu andar pesado con la carga de tu perpetua superioridad, te sentias frio ante tanto calor, lejos de la pasion que hacia humanos a aquellos seres que se parecian a ti pero que nunca llegarian a tu magninidad... seres que a pesar de ser concientes de su propia naturaleza mortal sentian la vida como tu solo podias soñar...
Las angeles tambien sueñan... los angeles sueñan con sentir, los angeles que miran al hombre por encima del hombro no puede amar, como ama un hombre, como posee a su amante y respira el aliento que su amada exhala con total devocion... tal vez no con tanta entrega como el rezaba y adoraba a su dios, pero tan tentador que habria arrancado sus alas blancas con placer por un solo instante de extrema pasion en brazos de la insconciencia y la libertad que les habia otorgado su mismo dios...
Por encima de los demas existia como una luz pura que brilla despues de una tormenta, iluminando los prados verdes y preñados de lirios azules, asfodelos y jaras embriagando al mundo con su aroma y perfeccion... dios estaba en todos lados, dios lo habia creado perfecto, tanto que a veces se sentia como una maquina, tanto que no sabia que era sentir.. ni frio ni calor, ni las caricias, ni los besos, ni amor ni dolor...
Caminaba perdido por el mundo como un vagabundo mendigando amor, mendigando un poco de eso que llaman dolor...
Sintió su presencia sin necesidad de buscarla con la mirada, sintió su tentador aroma y supo que un angel de la obscuridad rondaba por el mismo lugar, sabia que eran provocadores y malvados, que habian roto una promesa a su creador, que habian preferido el camino de la perdicion pero algo en aquel aroma le hizo sentir curiosidad, sabia que a veces podian oler a azufre, otros simplemente a fuego perpetuo... sin embargo ella tan solo olia a cenizas y a la flor del cerezo blanco... su aroma resultaba embriagador y provocativamente dulce, sentia como todos aspiraban su aroma y volvian sus rostros a una mujer que pasaba entre la gente con un vestido negro con corpiño en la parte superior colmado de encaje y lazos de raso que ensalzaban aun mas el resplandor de su palida piel, su melena rojiza ondeaba al viento bañada con los rayos del sol y con un ligero movimiento aparto los cabellos de su rostro mostrondo un perfil de delicadas lineas y bellos rasgos, unos labios rojos y unos ojos verde mar... la siguió sin mucho esfuerzo y leyó el pensamiento de todos cuantos con ella se cuzaban sabiendo que provocaba su exitacion..
Ella entró en un pequeño hotel del centro y pidio su llave, subió al ascensor y el siguió su aroma hasta el ultimo piso.
Ella entro y mantuvo la puerta abierta, él dudo pero tan solo un instante ante de adentrarse en aquella austera habitacion... sabia que los angels obcuros vivian con ostentacion y disfrutaban de todos los placeres prohibidos para los angeles.
Temia que pudiera leer sus propias dudas y lo tentara con todo aquello que le podria ofrecer y sin embargo se mantuvo callada, sentada frente a él con una petrea sonrisa en los labios perfectamente maquillados...
-¿como estás él?- preguntó al fin.
-Dios? preocupado, como siempre...- dijo sin saber como interpretar su pregunta aunque viera en ella interes real
-Demasiados hijos para tanta piedad...-dijo levantandose y asomandose a la ventana.
El aspiro su aroma y se acerco a ella casi sin pensar en ello
-sé por que estás aqui...- dijo sin apartarse de el, sintiendole tan cerca que podia sentir como manaba de el toda aquella bondad que una vez conoció...- y puedo evitar que caigas...
-No soy un angel caido, no sere uno de vosotros...- dijo al fin.
-Yo no soy un angel caido, ni si quiera un angel de la obscuridad... soy lo que tu dios llamó una soñadora, porque un dia soñe un mundo que no podria existir y dios decidio que no tenia derecho a cuestionar el modo en el que el destino y dios barajaban las cartas... asi que renuncié a mis alas, sin entregarme a las tinieblas, tan solo a la sobriedad... a existir sin mas.
-No te creo...
-Si no fuera cierto no podria tocarte- dijo posando sus manos en su pecho.
Sintió su calor, era la primera vez que sentia de aquella forma, no era humana pero tampoco era uno de esos malditos que se querarian al contacto con su piel bendita...
Yo puedo hacerte sentir- dijo ella posando sus labios en su boca atormentada por el deseo, beso sus mejillas y le extrechó entre sus brazos...
-Dios...- suplicó, pero no hubo respuestas a su plegaria.
Y por primera vez sintió y su union creó mareas y tormentas, inhundaciones y terremotos, aludes y erupciones de volcanes y la tierra tembló bajo sus pies y sin embargo el no se sentia lejos de dios, mas al contrario nunca antes le habia parecido sentirto tan dentro...
La despedida fué tan intensa como corta pues todos los angeles se reunian ante dios al amanecer...
Cuando estuvo ante él dios le preguntó que habia hecho...
él no entendió la pregunta hsta que uno de los angeles tomó una de sus plumas y le mostró una pluma gris...
-Dios confieso que he sentido en brazos de un ser maravilloso y que por eso doy gracias y que siento amor por ella y temo que la dañes...
Dios contestó- si das gracias por algo, no puede ser tan malo, si no te averguenzas ni te escondes, no debe ser pecado, si la amas como dices y temes por ella, eso indica la pureza de tu corazon... si lo deseas te dejaré ir con ella y dejare que vivais al margen del bien y del mal.. pero tan solo podreis subsistir si permaneceis el uno al lado del otro..-
El angel volvio a aquella habitacion y no hayo ni rastro de su amada, tan solo una nota explicando a la nada que sin el no queria vivir ni sentir...
Habia caminado por las sombras y ahora si se habia vuelto un angel obscuro, al descubri a salvo a su angel blanco, a su amado ella se arrepintio de sus deseos, pero la promesa estaba dada y supo que no dejaria de ser quien era...
-Dios nos permite existir al margen del bien y del mal si permanecemos juntos...
-Pero mirame, soy un angel de la obscuridad...- dijo ella con lagrimas en los ojos...
-Yo permaneceré a tu lado, para que haya siempre un equilibrio, siendo tu un angel del mal, yo seré el angel del bien que cree el equilibrio en el mundo..
Ambos se abrazaron y se amaron y decidieron sentirse por siempre el uno al otro, a pesar de su propia naturaleza y de esquivar al destino fijado...
Nací como humana pero mis sueños me hicieron escribiente... con la pluma entre los dedos, marcaba mis sueños en un papiro fino y roto. Soñaba para escribir, escribía para revivirlos y cuanto más soñaba más escribía y más deseaba cumplir mis sueños. Llegué a adulta y aun ocupaban mi mente, me dejaba llevar a un fantástico mundo donde solo con mi pensamiento era princesa, guerrera, hada o musa…No quiero una vida real si no tengo sueños... nací como humana pero mis sueños me hicieron escribiente…
Mostrando entradas con la etiqueta luna. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta luna. Mostrar todas las entradas
jueves, 12 de mayo de 2011
sábado, 20 de marzo de 2010
"¡Este jueves, un relato¡" Manada. Lobo...
ELLA.
Dejo que te acerques a mi lentamente, mientras miras con tiento mis movimientos e intentas que los tuyos no me espanten… los dos nos miramos y sabemos que corremos peligro mortal juntos, cada segundo va en aumento nuestra alarma y cada segundo aguantamos uno mas, para poder observarnos largamente… nunca vi a nadie como tú, nunca imaginé una criatura igual… miraba tus ojos y me perdía en ellos tratando de descubrir el secreto que me hacia odiarte, temerte… desear matarte…desearte sin mas… nunca había sentido nada igual… miré a través de mis ojos de humana y con mi alma de vampiresa desvergonzada, solo pude vislumbrar que eras diferente a todos los demás, no eras ningún ser humano ni un inmortal corriente… ¿que eras tú?… ¿que podía esperar de un ser tan enigmático?… la angustia se apoderaba de mi y aunque mi instinto me gritaba y me gruñía con garras y dientes que debía huir de ti, mi corazón sentía curiosidad…
Tú me mirabas desde la lejanía, pero al igual que yo podías ver cada centímetro de mi piel con total precisión y cuando diste un paso hacia mi yo simplemente corrí huyendo de ti… pero deseando que me dieras alcance…
ÉL.
Ese olor lo reconocería en cualquier parte, había olido a muchos como tú, incluso a kilómetros reconocía vuestro aroma que os diferenciaba de otros seres, porque yo, me dedicaba a cazaros…
Pero por un momento algo dio un vuelco dentro de mi… no eras como los demás, mas que una bestia sanguinaria con rabia contenida eras como un animalillo asustado, eso si con piel de porcelana y dientes de diamante, sin embargo ahí estabas tú, no desafiante ni amenazante, mas bien curiosa y hermosa bajo la luz de aquella luna inmensa que asomaba por entre las grandes secuoyas en aquel paraje inhóspito de las montañas rocosas…
Llevaba días siguiendo tu rastro y estaba desconcertado, yo sabia como evitar que me olieras, así que tus actos no fueron fruto de la desesperación o la huida, simplemente eras desconcertante. Durante aquellos días viajaste por arroyos y praderas llenas de flores y bayas, te asomaste a acantilados, incluso te bañaste en el mar, durante días no buscaste ninguna compañía de los tuyos con los que formar una manada, ni si quiera acechaste a los múltiples humanos que se cruzaban en tu camino, simplemente ibas como un cachorro descubriendo el mundo por primera vez… era increíble tratar de descubrir que harías a continuación y en ocasiones pensaba que eras un autentico enigma, ni si quieras parecías una vampiro, ni si quiera creía que hubieras matado alguna vez… a duras penas encontré restos de animales de los que te alimentabas… tu olor no era a muerte, solo a bosque y a algo parecido a las flores secas que muchas chicas guardan entre las hojas de sus libros preferidos y diarios…
Aquel día me sorprendí al comprobar que habías ido a un pequeño pueblo y me acerqué temeroso, alerta pero mas curioso, por tu cambio de actitud… fuiste demasiado rápida y ya habías huido de allí dejando unos harapos en una tienda de ropa, te seguí pero solo te vi al llegar a las montañas, a lo lejos…
A lo lejos ondeaba un vaporoso vestido de color negro con un corpiño que marcaba tu pecho y tu cintura resaltando tu feminidad. Solo eras una sombra para el mundo, tan rápida, tan mortal pero yo, era capaz de ver el brillo de tus ojos que remarcaban el verdor de tu mirada… y esos labios carnosos que mordías y arañabas con tus afilados dientes de diamante…
Tu mirada me sorprendió… tu presencia serena y penetrante… por primera vez vi tu rostro, hermoso, pálido y tremendamente humano, era la primera vez que veía con tanta claridad un atisbo de humanidad en un vampiro…
Corrías alegre y despreocupadamente y de pronto paraste en seco, estabas en lo alto de una montaña prácticamente desértica, sin aquellas grandes secuoyas que dominaban aquel prolifero bosque, te paraste y miraste alrededor… Luego miraste fijamente mi posición, creí que me habías visto, dudé y me escondí entre la maleza… en verdad no estaba seguro. Lo había hecho todo bien, ir en contra del viento y mantenerme los suficientemente lejos como para que una vampira joven como tú, no pudiera si quiera presentirme. Miré alrededor y comprobé que no había más animales ni excursionistas despistados cerca que pudieran atraer tu atención… Me mirabas a mí, durante un momento incluso vi mi reflejo en tu pupila… mirabas a tu alrededor, supongo que para saber si iba con mi manada. Los lobos nunca vamos solos de caza…
Tu respiración comenzó a agitarse y de pronto arrancaste a correr por el bosque, yo corrí tras de ti con mi atronador gruñido rompiendo el silencio de aquella noche de luna llena…. La caza había comenzado….
Notaba el temor golpear tu pequeño pecho y tu respiración rasgar mis oídos, y durante un segundo tus gemidos me parecieron cautivadores. Entonces te ví, justo llegabas a un riachuelo que atravesaba el valle y con dos grandes zancadas podías haberlo atravesado pero en lugar de ello, diste dos pequeños pasos que apenas salpicaron y como un hada posándose en el agua y creando ondas corriste por el río sin salir de él… yo seguí tu camino, el ruido del agua chapotear y romperse a mi furibundo paso, hizo alarmarse multitud de animales y en especial aves que parecían dormitar a las orillas…
Sin embargo cuando miraste atrás, vislumbré una sonrisa que asomó por la comisura de tus labios y me sorprendió al no ver crueldad en tu gesto, solo era una sonrisa picara… entonces comenzaste a zigzaguear y yo corrí tras de ti…
Hice acopio de toda mi fuerza y aumenté la velocidad pero entonces, sorprendentemente tú redujiste la tuya. Los de tu especie erais especialmente rápidos y escurridizos, sin embargo tu parecías trotar despreocupadamente como un caballo jerezano pavoneándose, mostrando su arte y su maestría… sabia que podías ir tan rápido que haberte perdido habría sido lo lógico, por eso íbamos a tanta distancia, jugábamos con la sorpresa para poder cazar… pero tu parecías no conocer las reglas del juego.
Sin embargo lo que yo no sabia, era que tu jugabas a un juego muy distinto al mío…
Tu risa resonó en el bosque y me sorprendí a mi mismo sonriendo a mi vez. Miré a mi alrededor y entonces te vi a través de la maleza y los robustos troncos, corrias casi a la par mía y no apartabas tus ojos verdes de mi mirada penetrante y como guiado por una certeza absoluta reduje aun mas mi paso hasta parar al otro lado del río, te perdí de vista pero entonces, entre la maleza vi aparecer tu exuberante melena y tus ojos de gata… yo caminé lentamente hacia ti y tu diste un paso atrás, el instinto de supervivencia era muy fuerte en los tuyos, yo ni quiera sabia que estaba haciendo…
En ese instante solo podía mirar todos y cada uno de los rasgos de tu rostro y por un momento desee contemplarte como solo un hombre te vería…
Me transformé en apenas unos segundos y quedé desnudo ante ti, tu volviste el rostro lo suficiente para darme tiempo a atravesar el río a nado y aparecer ante ti empapado e indefenso como un simple mortal…
Tenia miles de preguntas que hacerte pero entonces oí tu dulce voz hablarme en forma de susurro…
-¿que eres tú?- dijiste y tu belleza me pareció tan sublime en aquel instante que entendí por que erais tan mortales… una combinación mortal de bellaza y falsa fragilidad que provocabais deseo incluso sin ser conscientes de ello…
Miré tu piel pálida y acerqué el dorso de mi mano morena, tostada además por las largas jornadas corriendo bajo el sol, a tu traslucida mejilla… en ese instante podías haber huido como un animal asustado, pues notaba tu intranquilidad y harto como estaba de cazar a los tuyos, sabia que una simple mirada era un pensamiento de escape, sin embargo tus ojos se perdieron en mi oscura mirada y tu gélido aliento transformó mi curiosidad en deseo…
Especies mortales… enemigos eternos y sin embargo nunca había sentido esto por nadie, ni por las jóvenes de mi manada ni por las chicas que se habían cruzado por mi vida… tú, mi enemiga mortal te habías convertido en lo único que podía matarme… porque nunca habría dejado a nadie más acercarse lo suficiente… hasta meterse bajo mi piel… por un instante creí morir de deseo si no te tocaba, si tu me rechazabas…
Mis labios se posaron en los tuyos y torpemente, como hace una niña, devolviste el beso, aquello me llenó de una pasión que nunca había conocido y como guiado por mi instinto animal devoré tu párvula boca con una violencia que jamás había sentido… y por primera vez, di con una criatura que no solo aceptaba y toleraba mi fuerza animal, sino que me arañaba y me devolvía aquellos gestos de pasión con la misma fuerza hasta rasgar mi piel y dañar mi cuerpo inmortal….
La noche quedó quebrada por gemidos y gruñidos hasta oír aullar a otros lobos en la lejanía… el amanecer llegó y los primeros rayos me despertaron, busqué tu gélido cuerpo pegado a mi ardiente piel, pero no lo hallé… durante un momento temí que no hubieras podido huir del sol, me sorprendí a mi mismo con aquel pensamiento, nunca había deseado el bienestar de un asesino, pero en aquel instante solo podía ver tu dulce sonrisa y tus ojos verdes penetrando en mi alma… recordé haber despertado de madrugada y haberte visto vigilante de mis sueños, los vampiros no dormís nunca y tú simplemente fuiste la guardiana de mi reposo y yo dormí con tu mano entrelazada a la mía y reposando como una bella estatua de mármol sobre mi pecho, respirando al unísono con mi respiración…
Un ruido me volvió a la realidad, quedé en alerta y de entre las ramas vi mi manada aparecer, todos estaban en alerta y al verme solo, volvieron a su estado mortal.
-¿Donde está…?- dijo uno de ellos.
-…no lo sé, la perdí…- dije temeroso de que notaran en mi voz la traición de mi corazón…
-¿Luchasteis…?- preguntó otro.
-Pues claro, tiene su olor por todo el cuerpo y mira que arañazos…- dijo señalando mi espalda- vaya, ha debido ser una lucha bestial… mira como te ha dejado…- dijo tomando mi barbilla y mirando mi labio hinchado.
Yo recordé sus besos y sus mordiscos en mi labio inferior y me estremecí, algo dentro de mí me hizo saber que yo ya era de ella… incluso me imaginé luchando contra mi propia manada por salvarla…
-…tranquilo, ya la encontrarás otro día… ¡vamos¡- dijo transformándose.
Yo lo seguí y mientras corría por aquellos apabullantes bosques, recordaba nuestra noche juntos, recordaba tu mirada y tu piel, tan pegada a la mía, que hasta tomó mi calor como suyo, tornando tu piel brevemente rosada… sabiendo que en cuanto se escondiera el sol yo iría en tu busca y te haría otra vez mía…
Dejo que te acerques a mi lentamente, mientras miras con tiento mis movimientos e intentas que los tuyos no me espanten… los dos nos miramos y sabemos que corremos peligro mortal juntos, cada segundo va en aumento nuestra alarma y cada segundo aguantamos uno mas, para poder observarnos largamente… nunca vi a nadie como tú, nunca imaginé una criatura igual… miraba tus ojos y me perdía en ellos tratando de descubrir el secreto que me hacia odiarte, temerte… desear matarte…desearte sin mas… nunca había sentido nada igual… miré a través de mis ojos de humana y con mi alma de vampiresa desvergonzada, solo pude vislumbrar que eras diferente a todos los demás, no eras ningún ser humano ni un inmortal corriente… ¿que eras tú?… ¿que podía esperar de un ser tan enigmático?… la angustia se apoderaba de mi y aunque mi instinto me gritaba y me gruñía con garras y dientes que debía huir de ti, mi corazón sentía curiosidad…
Tú me mirabas desde la lejanía, pero al igual que yo podías ver cada centímetro de mi piel con total precisión y cuando diste un paso hacia mi yo simplemente corrí huyendo de ti… pero deseando que me dieras alcance…
ÉL.
Ese olor lo reconocería en cualquier parte, había olido a muchos como tú, incluso a kilómetros reconocía vuestro aroma que os diferenciaba de otros seres, porque yo, me dedicaba a cazaros…
Pero por un momento algo dio un vuelco dentro de mi… no eras como los demás, mas que una bestia sanguinaria con rabia contenida eras como un animalillo asustado, eso si con piel de porcelana y dientes de diamante, sin embargo ahí estabas tú, no desafiante ni amenazante, mas bien curiosa y hermosa bajo la luz de aquella luna inmensa que asomaba por entre las grandes secuoyas en aquel paraje inhóspito de las montañas rocosas…
Llevaba días siguiendo tu rastro y estaba desconcertado, yo sabia como evitar que me olieras, así que tus actos no fueron fruto de la desesperación o la huida, simplemente eras desconcertante. Durante aquellos días viajaste por arroyos y praderas llenas de flores y bayas, te asomaste a acantilados, incluso te bañaste en el mar, durante días no buscaste ninguna compañía de los tuyos con los que formar una manada, ni si quiera acechaste a los múltiples humanos que se cruzaban en tu camino, simplemente ibas como un cachorro descubriendo el mundo por primera vez… era increíble tratar de descubrir que harías a continuación y en ocasiones pensaba que eras un autentico enigma, ni si quieras parecías una vampiro, ni si quiera creía que hubieras matado alguna vez… a duras penas encontré restos de animales de los que te alimentabas… tu olor no era a muerte, solo a bosque y a algo parecido a las flores secas que muchas chicas guardan entre las hojas de sus libros preferidos y diarios…
Aquel día me sorprendí al comprobar que habías ido a un pequeño pueblo y me acerqué temeroso, alerta pero mas curioso, por tu cambio de actitud… fuiste demasiado rápida y ya habías huido de allí dejando unos harapos en una tienda de ropa, te seguí pero solo te vi al llegar a las montañas, a lo lejos…
A lo lejos ondeaba un vaporoso vestido de color negro con un corpiño que marcaba tu pecho y tu cintura resaltando tu feminidad. Solo eras una sombra para el mundo, tan rápida, tan mortal pero yo, era capaz de ver el brillo de tus ojos que remarcaban el verdor de tu mirada… y esos labios carnosos que mordías y arañabas con tus afilados dientes de diamante…
Tu mirada me sorprendió… tu presencia serena y penetrante… por primera vez vi tu rostro, hermoso, pálido y tremendamente humano, era la primera vez que veía con tanta claridad un atisbo de humanidad en un vampiro…
Corrías alegre y despreocupadamente y de pronto paraste en seco, estabas en lo alto de una montaña prácticamente desértica, sin aquellas grandes secuoyas que dominaban aquel prolifero bosque, te paraste y miraste alrededor… Luego miraste fijamente mi posición, creí que me habías visto, dudé y me escondí entre la maleza… en verdad no estaba seguro. Lo había hecho todo bien, ir en contra del viento y mantenerme los suficientemente lejos como para que una vampira joven como tú, no pudiera si quiera presentirme. Miré alrededor y comprobé que no había más animales ni excursionistas despistados cerca que pudieran atraer tu atención… Me mirabas a mí, durante un momento incluso vi mi reflejo en tu pupila… mirabas a tu alrededor, supongo que para saber si iba con mi manada. Los lobos nunca vamos solos de caza…
Tu respiración comenzó a agitarse y de pronto arrancaste a correr por el bosque, yo corrí tras de ti con mi atronador gruñido rompiendo el silencio de aquella noche de luna llena…. La caza había comenzado….
Notaba el temor golpear tu pequeño pecho y tu respiración rasgar mis oídos, y durante un segundo tus gemidos me parecieron cautivadores. Entonces te ví, justo llegabas a un riachuelo que atravesaba el valle y con dos grandes zancadas podías haberlo atravesado pero en lugar de ello, diste dos pequeños pasos que apenas salpicaron y como un hada posándose en el agua y creando ondas corriste por el río sin salir de él… yo seguí tu camino, el ruido del agua chapotear y romperse a mi furibundo paso, hizo alarmarse multitud de animales y en especial aves que parecían dormitar a las orillas…
Sin embargo cuando miraste atrás, vislumbré una sonrisa que asomó por la comisura de tus labios y me sorprendió al no ver crueldad en tu gesto, solo era una sonrisa picara… entonces comenzaste a zigzaguear y yo corrí tras de ti…
Hice acopio de toda mi fuerza y aumenté la velocidad pero entonces, sorprendentemente tú redujiste la tuya. Los de tu especie erais especialmente rápidos y escurridizos, sin embargo tu parecías trotar despreocupadamente como un caballo jerezano pavoneándose, mostrando su arte y su maestría… sabia que podías ir tan rápido que haberte perdido habría sido lo lógico, por eso íbamos a tanta distancia, jugábamos con la sorpresa para poder cazar… pero tu parecías no conocer las reglas del juego.
Sin embargo lo que yo no sabia, era que tu jugabas a un juego muy distinto al mío…
Tu risa resonó en el bosque y me sorprendí a mi mismo sonriendo a mi vez. Miré a mi alrededor y entonces te vi a través de la maleza y los robustos troncos, corrias casi a la par mía y no apartabas tus ojos verdes de mi mirada penetrante y como guiado por una certeza absoluta reduje aun mas mi paso hasta parar al otro lado del río, te perdí de vista pero entonces, entre la maleza vi aparecer tu exuberante melena y tus ojos de gata… yo caminé lentamente hacia ti y tu diste un paso atrás, el instinto de supervivencia era muy fuerte en los tuyos, yo ni quiera sabia que estaba haciendo…
En ese instante solo podía mirar todos y cada uno de los rasgos de tu rostro y por un momento desee contemplarte como solo un hombre te vería…
Me transformé en apenas unos segundos y quedé desnudo ante ti, tu volviste el rostro lo suficiente para darme tiempo a atravesar el río a nado y aparecer ante ti empapado e indefenso como un simple mortal…
Tenia miles de preguntas que hacerte pero entonces oí tu dulce voz hablarme en forma de susurro…
-¿que eres tú?- dijiste y tu belleza me pareció tan sublime en aquel instante que entendí por que erais tan mortales… una combinación mortal de bellaza y falsa fragilidad que provocabais deseo incluso sin ser conscientes de ello…
Miré tu piel pálida y acerqué el dorso de mi mano morena, tostada además por las largas jornadas corriendo bajo el sol, a tu traslucida mejilla… en ese instante podías haber huido como un animal asustado, pues notaba tu intranquilidad y harto como estaba de cazar a los tuyos, sabia que una simple mirada era un pensamiento de escape, sin embargo tus ojos se perdieron en mi oscura mirada y tu gélido aliento transformó mi curiosidad en deseo…
Especies mortales… enemigos eternos y sin embargo nunca había sentido esto por nadie, ni por las jóvenes de mi manada ni por las chicas que se habían cruzado por mi vida… tú, mi enemiga mortal te habías convertido en lo único que podía matarme… porque nunca habría dejado a nadie más acercarse lo suficiente… hasta meterse bajo mi piel… por un instante creí morir de deseo si no te tocaba, si tu me rechazabas…
Mis labios se posaron en los tuyos y torpemente, como hace una niña, devolviste el beso, aquello me llenó de una pasión que nunca había conocido y como guiado por mi instinto animal devoré tu párvula boca con una violencia que jamás había sentido… y por primera vez, di con una criatura que no solo aceptaba y toleraba mi fuerza animal, sino que me arañaba y me devolvía aquellos gestos de pasión con la misma fuerza hasta rasgar mi piel y dañar mi cuerpo inmortal….
La noche quedó quebrada por gemidos y gruñidos hasta oír aullar a otros lobos en la lejanía… el amanecer llegó y los primeros rayos me despertaron, busqué tu gélido cuerpo pegado a mi ardiente piel, pero no lo hallé… durante un momento temí que no hubieras podido huir del sol, me sorprendí a mi mismo con aquel pensamiento, nunca había deseado el bienestar de un asesino, pero en aquel instante solo podía ver tu dulce sonrisa y tus ojos verdes penetrando en mi alma… recordé haber despertado de madrugada y haberte visto vigilante de mis sueños, los vampiros no dormís nunca y tú simplemente fuiste la guardiana de mi reposo y yo dormí con tu mano entrelazada a la mía y reposando como una bella estatua de mármol sobre mi pecho, respirando al unísono con mi respiración…
Un ruido me volvió a la realidad, quedé en alerta y de entre las ramas vi mi manada aparecer, todos estaban en alerta y al verme solo, volvieron a su estado mortal.
-¿Donde está…?- dijo uno de ellos.
-…no lo sé, la perdí…- dije temeroso de que notaran en mi voz la traición de mi corazón…
-¿Luchasteis…?- preguntó otro.
-Pues claro, tiene su olor por todo el cuerpo y mira que arañazos…- dijo señalando mi espalda- vaya, ha debido ser una lucha bestial… mira como te ha dejado…- dijo tomando mi barbilla y mirando mi labio hinchado.
Yo recordé sus besos y sus mordiscos en mi labio inferior y me estremecí, algo dentro de mí me hizo saber que yo ya era de ella… incluso me imaginé luchando contra mi propia manada por salvarla…
-…tranquilo, ya la encontrarás otro día… ¡vamos¡- dijo transformándose.
Yo lo seguí y mientras corría por aquellos apabullantes bosques, recordaba nuestra noche juntos, recordaba tu mirada y tu piel, tan pegada a la mía, que hasta tomó mi calor como suyo, tornando tu piel brevemente rosada… sabiendo que en cuanto se escondiera el sol yo iría en tu busca y te haría otra vez mía…
jueves, 11 de febrero de 2010
"¡Este jueves, un relato¡" Crisis... Crisis y tequila
-¿No crees que estás bebiendo mucho…?- preguntó Alfredo con el convencimiento de que a la velocidad a la que bajaba aquella botella de tequila no era normal. Observó nuevamente como con actos mecánicos ella lamía con picardía su piel clara, echaba sal y tras beber aquel chupito colmado, lamía y comía aquella rodaja de limón sin una mueca de desagrado, ni si quiera un ápice de escalofríos, de los que le provocaban a él, toda aquella bebida mas fuerte que una tónica…
-¿Acaso no sabes que estamos en crisis?- contestó ella con una insondable sonrisa que él fue incapaz de denominar como felicidad real, ironía o burla… de todas formas sabia perfectamente que ella no era una persona que estuviera normalmente en un estado feliz…
-… realmente me vuelves loco…
-Gracias…- contestó ella con una amplia sonrisa. Pero esta vez, Alfredo quedó maravillado al ver asomar por sus mejillas un ligero rubor que confirmaba que ella realmente había tomado aquello como un comentario cariñoso…
-¿Ya estás borracha?
-¡¡¡Pues claro¡¡¡ ¿O no ves que llevo ya media botella?- Alfredo dedicó una leve mirada a la botella y se la arrebató de los dedos dejando aquel ultimo chupito hasta la mitad. Lucia refunfuñó en un tono inaudible para luego seguir el ritual hasta apurar aquel último chupito… Ella sabía que los mexicanos tomaban aquello en otro orden pero adoraba comerse el limón en último lugar y como ella tenía la teoría de que todo podía adaptarse a su manera de ver la vida, seguía su propio orden…
Alfredo comenzó entonces su otro ritual… se levantó y comenzó a recoger y a limpiar mientras comenzaba su monologo…
-No deberías beber así… sabes que luego haces tonterías, que dices una sarta de incoherencias, que te dedicas a soñar despierta y luego te entristeces con los recuerdos amargos que han marcado tu existencia, que recuerdas a quienes se han ido y a los que has abandonado, que crees que el futuro es incierto y por supuesto que todo el universo se ha confabulado para que tú no cumplas ninguno de tus sueños… no me gusta verte llorar… y tu alma siempre está tan llena de grises, que no puedes evitarlo… y yo no sé como consolarte… porque mi alma también está llena de grises…
Lucía seguía dando vueltas por el apartamento sin apenas prestar atención a su maniática organización que se había apoderado del apartamento. De pronto al oír sus ultimas palabras se paró en seco y dijo algo que confirmó que había oído todas y cada una de sus palabras… - tranquilo… esta vez mi alma no hace caso a mis grises… esta noche junto a ti… veo el cielo.
Alfredo la miró por primera vez en aquella noche… volvió a ver sus mejillas ruborizadas de forma distinta, la observó como la descubrió aquella primera vez en la playa con las mejillas sonrojadas por el sol, con aquellos ojos verdes tan claros que brillaban bajo el influjo del mar hasta casi tornarlos de color celeste… y aquella sonrisa, aquella sonrisa franca y tierna que le había llevado a creer en que dentro de ella había todo un mundo… del mismo modo que nadie podía acotar el cielo, creyó que nadie podría acotar su mente…
Alfredo sonrió y vió entonces que llevaba unas velas y una manta en la mano, él le preguntó que donde iba con aquellas cosas.
-Es que estamos en crisis… la bolsa cae, los políticos discuten como niños de colegio, el paro parece la pandemia del siglo XXI, todos hablan y yo cada día estoy mas confusa, hay rumores de despido en el curro todas las semanas y para colmo ya no puedo hacer horas extras por lo que mi sueldo no solo no sube sino que ha bajado considerablemente… mi jefa me hace “Mobbing” y tengo un compañero que está deprimido y amenaza con venir un día a la oficina con la escopeta… pero…- dijo en un suspiro.
Alfredo la escuchaba preparado para consolar una vez más su oscura alma, sus tristezas y sus lágrimas que caerían a raudales a pesar de sus palabras… pero ella simplemente quedó callada…
Lucia salió del apartamento y miró el cielo… era noche cerrada pero la luna en estado creciente estaba en una fase muy avanzada e iluminaba todo lo suficientemente como para vislumbrar la playa completamente vacía… Lucia se volvió hacia su amado y con una sonrisa pícara en sus labios le dijo-…ven…- y se encaminó a la inmensidad de la noche con Alfredo siguiendo sus huellas en la arena…
Al llegar a escasos metros del mar, estiró la manta y encendió las velas colocándolos en los extremos de la manta, luego camino unos pasos mas hacia el mar y se detuvo, luego Lucia aspiró el aroma salado y helado que penetraba directamente en sus pulmones con una energía que la hizo emitir un gemido de placer absoluto…- ¿Sabes?...- dijo y espero que Alfredo se colocara a su lado para mirar aquella mirada profunda que tanto le había impactado aquella primera vez en la playa…- el mundo está en crisis pero esta vez el alcohol no traerá a mi la pena, ni las lagrimas, ni dejaré que domine mi ser mi alma llena de grises… esta vez es diferente… porque aunque el mundo esté en crisis… ¡¡¡yo te tengo a ti¡¡¡- dijo con una amplia sonrisa que iluminó aquella noche tan solo para él…
Lucia corrió entonces hacia el mar y despojándose de su ropa quedó completamente desnuda, bañada tan solo por aquella tímida luz del cielo que la volvió sobrenatural, un ser mágico y reluciente que se fundía con la espuma de mar y entre las olas se zambullía tan solo para demostrar lo feliz y pletórica que se sentía a su lado…
Alfredo quedó maravillado… nunca, desde que la había conocido, se había atrevido a bañarse de noche y menos aún desnuda… Vió su rostro emerger de las aguas con sus pechos húmedos reluciendo bajo aquella luna a medio completar y realmente creyó ver a una sirena invitándole a entrar en sus aguas y aunque dudó un segundo, todo su ser le gritaba que eso era lo que deseaba… solo tardó un momento en desnudarse con la misma pasión y zambullirse junto a ella en aquel mar del mediterráneo, para vivir en aquel mundo de montañas rusas emocionales, de crisis y de tequila…
sábado, 26 de diciembre de 2009
Olor en mi piel... Navidad, sexy Navidad....
Navidad… sexy Navidad, nunca creí que la Navidad fuera algo sexy, no hasta que vi a aquella exuberante mujer con aquella faldita roja y el gorrito de Papá Noel… sus labios también de rojo carmesí eran la guirnalda perfecta a tan sensual escena… verla en la pista de baile moviendo sus caderas y con aquel escote de vértigo me hizo creer, que aquellos ojos de gata eran el regalo de Navidad que yo había pedido…
Todos la observaban… ¿como no hacerlo…? Mis colegas de oficina, con los que acudí a aquel bar de una calle cualquiera con el pretexto de la cena de empresa, la miraban baboseando… aquello tampoco me parecía del todo sano….
La chica, que aparte de guapa y sensual, no hacia nada por provocar al personal, bailaba ajena a todo junto a sus amigas. Todo fue casual hasta que nuestras miradas se encontraron en la obscuridad de aquel local… sus ojos de gata me miraron con media sonrisa, aquello me detuvo en el espacio y el tiempo, con tan solo una respiración y hasta que mis pulmones no pudieron mas… entonces volvió el sonido y el resto del mundo con él… sin duda aquella mirada gatuna sacudió mi ser…
Entonces ella bailó para mi… sus ojos no se apartaban de los míos y sus caderas, movidas por la música frenética recorrían el camino de mi deseo con asombroso acierto…
Solo tuve un segundo para captar su guiño, uno que me hizo analizar lo hasta entonces ocurrido…
Ella movía sus caderas y sus manos recorrieron su escote suavemente bajo la mirada de todos… pero solo a mi miraba, cuando guiñó aquel ojo de gata, color verde esmeralda… y sin embargo había desaparecido… entre la gente una mancha roja entre el espacio que dejaba la muchedumbre, de refilón un gorrito rojo navideño con aquella bolita tan graciosa que sobre salía entre la gente… iba a la planta baja y en segundos y solo guiado por un deseo jamás sentido ni confesado, seguí su ondeante figurar rojiza por las escaleras… al llegar a la plena obscuridad perdí su rastro, todo el lugar olía a humo y alcohol derramado, pero entre esos olores una fragancia a fruta fresca de verano y de flores exóticas envolvía especialmente aquel oscuro habitáculo y mientras caminaba guiado por aquel olor, su imagen apareció de la nada…. Apoyada sobre el quicio de la puerta y con una sonrisa que me sacudió el alma…
Sus labios invadieron los míos y con sumo placer me rendí a su lengua caliente y a su sabor dulce y perenne, nunca probé unos labios así, tan húmedos que me hicieron excitarme de forma evidente… yo me incomodé, sin embargo tu mano sin dejar de mirar mis ojos marrones, acariciaron mi pantalón y con movimientos cautos y certeros supiste llegar a mi objeto del placer…
Una oleada se apoderó de mí y mil ideas agolparon mi mente… un hola tal vez… pero tus labios no me dejaron. Traté de ser dulce… pero tus dientes me mordían y la pasión me hacia un amante incontenible. Trataba de ser todo lo que una mujer suele desear… pero tu no parecías una chica convencional… me dejé llevar por tu pasión y me convertí en un lobo que contra una esquina te arrinconó y con un leve movimiento me introduje en tu ropa interior… tu excitada, gemías y suspirabas y yo te devoraba poseído por el poder que desprendías… solo un segundo y tu supiste encender mi fuego, solo un instante y te poseí entre caricias robadas, labios carnosos y el sabor dulce de tu piel clara…
Lamí tus pechos y lamí tus labios mientras te poseía y sentía como el huracán de mi ser arrasaba tu cuerpo de forma apasionada… tu sentías como no dejaba rincón de ti que no poseyera y suspirabas indefensa entre mi abrazo de fiera…
Temblé al final… y dudé un segundo, pero tu mirada me sostuvo… unos segundos en vilo, aun con tu respiración en mi oído… me besaste largamente y yo simplemente quedé bloqueado, tratando de aclarar mi mente y de concordarlo con mis labios…
Te marchaste con una sonrisa y me dejaste con la respiración entrecortada y el cuerpo alterado… unos momentos para componerme y mientras colocaba mi camisa de botones arrancados y limpiaba mis labios con restos del rojo de tus labios, me miré en el espejo y recordé con sumo placer nuestro encuentro inapropiado… nada sabia de ti… sin embargo te tenia aun sobre mi piel, te sentía, te olía, palpitabas aun en mi cuerpo extenuado… y me recree nuevamente con tu sabor salado, con una sonrisa que marcó en mi vida un antes y un después.
Salí de aquel baño dispuesto a saber tu nombre y descubrir los secretos que aun quedaron por decir en aquel encuentro inesperado…
Cuando subí no estabas, ni tu, ni tus amigas, ni si quiera tu perfume ondeaba, ni había rastro de tu estela sonrojada… mi amigo me miró extrañado y yo simplemente puse una excusa y salí a la calle desconcertado…
Aquella noche volví a soñar contigo… muchas mas vinieron después… y todavía hoy huelo tu aroma en mi piel….
jueves, 10 de diciembre de 2009
"¡Este jueves, un relato¡" El anzuelo. Libertad
No sabia que había ocurrido exactamente, de pronto todo pareció desaparecer bajo mis pies, un segundo antes yo charlaba animadamente con el guía que me había mandado el periódico a recibirme, y sin embargo ahora estaba atrapada entre el amasijo de hierros en el que se había convertido nuestro coche, que aunque no me pareció muy fiable, nunca creí que se pudiera deformar con tan tanta facilidad…
Casi no oí el estruendo de la bomba al estallar y sin embargo si notaba como el estallido me había dejado completamente sorda. A tientas, porque siempre tuve un nefasto sentido de la vista sin gafas ni oído, traté en vano de incorporarme y de saber que tenia a mi lado… pero solo había trozos de hierro y sangre por doquier…
Poco a poco el sonido lo inundó todo y con él, vinieron los gritos y los llantos que tan profundamente caló en mi cerebro. Hasta entonces no tuve conciencia de que gritaban porque aquel lugar, antes reino del bullicio y la actividad frenética de sus gentes, ahora era caos y destrucción y todos corrían presa del pánico…
Palpé entonces mis gafas y tras ponérmelas comprobé que solo estaban manchadas de sangre, miré a mí alrededor y vi el cuerpo de mi guía destrozado y aplastado. Miré delante, donde las gentes yacían en el suelo, algunos agonizantes, otros definitivamente muertos…
Quise huir del amasijo de hierros que aprisionaban mis piernas, pero todo fue inútil, aparté las gafas de mi rostro y lloré amargamente presa de un nerviosismo que nunca había vivido, y eso que por mi trabajo de corresponsal de guerra en conflictos bélicos, había sabido mantener siempre la calma…
Sin embargo en aquel momento y por primera vez me sentí desesperada…, profundamente sola, perdida en el fin del mundo, metida en el peor sitio para una mujer, a un millón de kilómetros de mi familia y amigos…
Algo golpeó con fuerza el coche y los hierros se clavaron en mis muslos, grité con una fiereza nunca conocida por mi, jamás había experimentado tal dolor, era un dolor como nunca viví, y sin embargo lo que peor llevaba era el temor que sentía en aquellos momentos, miedo a ser capturada, miedo a perderme a mi misma, tanto temor, tanto que jamás, ni en mis mas terribles pesadillas, había imaginado vivir un momento asi … cerré los ojos y respiré entrecortadamente mientras me centraba en lo que mi padre siempre me decía….
-… estoy muy orgulloso de ti… eres una mujer formidable y jamás conocí a nadie con la valentía y la determinación de la que tu has hecho gala…
Valentía…determinación… palabras que repetía en mi cabeza una y otra vez, respiraba hondo y comencé a tirar de una de mis piernas. Aquello dolió nuevamente, pero controlé el dolor y solo salió de mi un gruñido… debía salir de ahí, perseverar hasta escapar, pues sabia que ellos podrían venir a rematarme o algo peor… no seria la primera… Tiré y tiré y con esfuerzo saqué la pierna derecha…otro golpe me hizo entender que unos coches se abrían paso a empujones por la carretera…
Unas botas viejas aparecieron de la nada, posiblemente del Jeep desde el cual había recibido el ultimo empujón, un arma resonó con un chasquido seco y metálico y caminó con determinación hacia mí, cogí entonces mi cámara y comencé a fotografiar sus pies, fotografié el rostro de mi guía muerto, mis piernas heridas, atrapadas aun y nuevamente al hombre que parecía dispuesto a acabar conmigo…
Por un momento tuve la certeza de que moriría y aquello no me hizo llorar, ni si quiera temblar… pues para aquello si había estado preparándome todos aquellos años.
Sabía que podía morir en cualquier momento, pero lo que me aterraba era lo que ellos podrían hacerme si decidían no hacerlo…
Lo que mas temía era la soledad en aquellos momentos, pero había oído tantas cosas y por encima de todo, aquello que tanta desesperación me producía… violación, tortura, humillación… todo aquello me dejaba helada…tanto que mi dedo quedó aferrado al botón de mi cámara y esta continuó fotografiando como aquel hombre se acercaba a mi…
De golpe unos tiros sonaron desde el otro lado de la calle, un Hammer paró en seco y un soldado cayó sobre mi atacante, otros tirotearon el Jeep y en apenas unos minutos acabaron con todos, el forcejeo entre el militar y el guerrillero de al-Qaeda quedó mudo de pronto, el militar apretaba su ajado rifle contra su cuello y con un chasquido perfectamente audible todo terminó…
Con trabajo el militar se incorporó y dejando caer el rifle al suelo anduvo hacia mí, unos segundos y oí su casco caer, mi cámara seguía disparando fotos sin cesar, con un empujón abrió la puerta del conductor y lo vi aparecer…
-Lucía…
Las lágrimas caían por mis mejillas…
-… ¿que haces tú aquí?- dije respirando al fin y levantando el dedo del disparador de la cámara…
-Tu redactor me avisó que venias, fui a buscarte al aeropuerto, pero no llegué a tiempo… y aquí estoy y por lo visto… a tiempo de volver a sacarte de un apuro…- dijo aquel joven de pelo rapado y amplia sonrisa, no entendía como podía sonreír, yo a duras penas podía mantenerme entera y no caer desmayada - espera un momento- corrió hasta mi lado y con un fuerte estruendo abrió mi puerta. Yo emití un grito, mi salvador quedó paralizado un momento y luego se concentró en lo que me apresaba y con apenas un tirón seco apartó parte de lo que me aprisionaba y yo pude sacar mi pierna…
Juan sacó una navaja y cortó los jirones de mi pantalón, dejando al aire la fractura de mi pierna…-Tranquila, te pondrás bien….- me tomó en brazos y me llevó hasta el Hammer con sus compañeros aun vigilantes junto a este…
Me colocó en el asiento y marchó para recoger sus cosas del suelo, en un segundo se hallaba junto a mí en el asiento trasero y con un gesto firme me acurrucó entre sus brazos… yo no quería dejarme caer entre su pecho, pero su calido y firme abrazo me hizo flaquear en mis fuerzas y caí rendida y exhausta, pero a la vez llena de una confianza ciega que me hizo cerrar los ojos y dormir entre sus brazos…
Soñé a pesar de todo y en mis sueños recordé cuando años atrás en Jamaica, aquel apuesto soldado me había ofrecido su mano… y me dijo con una amplia sonrisa en los labios…
-…dame tu mano… confía en mi… ¡¡¡yo te sacaré de aquí¡¡¡…
Dudé un segundo pero algo en su mirada me hizo darme cuenta de que en aquel infierno, aquel seria mi refugio, alguien en quien confiar en aquella horrible pesadilla de balas y destrucción, alguien a quien entregar mi vida…
Aquel solo fue el principio de aquella amistad y así fue como aquel hombre se convirtió en un héroe para mi y en la única persona en la confiaría lo mas preciado para mi… mi libertad…
Casi no oí el estruendo de la bomba al estallar y sin embargo si notaba como el estallido me había dejado completamente sorda. A tientas, porque siempre tuve un nefasto sentido de la vista sin gafas ni oído, traté en vano de incorporarme y de saber que tenia a mi lado… pero solo había trozos de hierro y sangre por doquier…
Poco a poco el sonido lo inundó todo y con él, vinieron los gritos y los llantos que tan profundamente caló en mi cerebro. Hasta entonces no tuve conciencia de que gritaban porque aquel lugar, antes reino del bullicio y la actividad frenética de sus gentes, ahora era caos y destrucción y todos corrían presa del pánico…
Palpé entonces mis gafas y tras ponérmelas comprobé que solo estaban manchadas de sangre, miré a mí alrededor y vi el cuerpo de mi guía destrozado y aplastado. Miré delante, donde las gentes yacían en el suelo, algunos agonizantes, otros definitivamente muertos…
Quise huir del amasijo de hierros que aprisionaban mis piernas, pero todo fue inútil, aparté las gafas de mi rostro y lloré amargamente presa de un nerviosismo que nunca había vivido, y eso que por mi trabajo de corresponsal de guerra en conflictos bélicos, había sabido mantener siempre la calma…
Sin embargo en aquel momento y por primera vez me sentí desesperada…, profundamente sola, perdida en el fin del mundo, metida en el peor sitio para una mujer, a un millón de kilómetros de mi familia y amigos…
Algo golpeó con fuerza el coche y los hierros se clavaron en mis muslos, grité con una fiereza nunca conocida por mi, jamás había experimentado tal dolor, era un dolor como nunca viví, y sin embargo lo que peor llevaba era el temor que sentía en aquellos momentos, miedo a ser capturada, miedo a perderme a mi misma, tanto temor, tanto que jamás, ni en mis mas terribles pesadillas, había imaginado vivir un momento asi … cerré los ojos y respiré entrecortadamente mientras me centraba en lo que mi padre siempre me decía….
-… estoy muy orgulloso de ti… eres una mujer formidable y jamás conocí a nadie con la valentía y la determinación de la que tu has hecho gala…
Valentía…determinación… palabras que repetía en mi cabeza una y otra vez, respiraba hondo y comencé a tirar de una de mis piernas. Aquello dolió nuevamente, pero controlé el dolor y solo salió de mi un gruñido… debía salir de ahí, perseverar hasta escapar, pues sabia que ellos podrían venir a rematarme o algo peor… no seria la primera… Tiré y tiré y con esfuerzo saqué la pierna derecha…otro golpe me hizo entender que unos coches se abrían paso a empujones por la carretera…
Unas botas viejas aparecieron de la nada, posiblemente del Jeep desde el cual había recibido el ultimo empujón, un arma resonó con un chasquido seco y metálico y caminó con determinación hacia mí, cogí entonces mi cámara y comencé a fotografiar sus pies, fotografié el rostro de mi guía muerto, mis piernas heridas, atrapadas aun y nuevamente al hombre que parecía dispuesto a acabar conmigo…
Por un momento tuve la certeza de que moriría y aquello no me hizo llorar, ni si quiera temblar… pues para aquello si había estado preparándome todos aquellos años.
Sabía que podía morir en cualquier momento, pero lo que me aterraba era lo que ellos podrían hacerme si decidían no hacerlo…
Lo que mas temía era la soledad en aquellos momentos, pero había oído tantas cosas y por encima de todo, aquello que tanta desesperación me producía… violación, tortura, humillación… todo aquello me dejaba helada…tanto que mi dedo quedó aferrado al botón de mi cámara y esta continuó fotografiando como aquel hombre se acercaba a mi…
De golpe unos tiros sonaron desde el otro lado de la calle, un Hammer paró en seco y un soldado cayó sobre mi atacante, otros tirotearon el Jeep y en apenas unos minutos acabaron con todos, el forcejeo entre el militar y el guerrillero de al-Qaeda quedó mudo de pronto, el militar apretaba su ajado rifle contra su cuello y con un chasquido perfectamente audible todo terminó…
Con trabajo el militar se incorporó y dejando caer el rifle al suelo anduvo hacia mí, unos segundos y oí su casco caer, mi cámara seguía disparando fotos sin cesar, con un empujón abrió la puerta del conductor y lo vi aparecer…
-Lucía…
Las lágrimas caían por mis mejillas…
-… ¿que haces tú aquí?- dije respirando al fin y levantando el dedo del disparador de la cámara…
-Tu redactor me avisó que venias, fui a buscarte al aeropuerto, pero no llegué a tiempo… y aquí estoy y por lo visto… a tiempo de volver a sacarte de un apuro…- dijo aquel joven de pelo rapado y amplia sonrisa, no entendía como podía sonreír, yo a duras penas podía mantenerme entera y no caer desmayada - espera un momento- corrió hasta mi lado y con un fuerte estruendo abrió mi puerta. Yo emití un grito, mi salvador quedó paralizado un momento y luego se concentró en lo que me apresaba y con apenas un tirón seco apartó parte de lo que me aprisionaba y yo pude sacar mi pierna…
Juan sacó una navaja y cortó los jirones de mi pantalón, dejando al aire la fractura de mi pierna…-Tranquila, te pondrás bien….- me tomó en brazos y me llevó hasta el Hammer con sus compañeros aun vigilantes junto a este…
Me colocó en el asiento y marchó para recoger sus cosas del suelo, en un segundo se hallaba junto a mí en el asiento trasero y con un gesto firme me acurrucó entre sus brazos… yo no quería dejarme caer entre su pecho, pero su calido y firme abrazo me hizo flaquear en mis fuerzas y caí rendida y exhausta, pero a la vez llena de una confianza ciega que me hizo cerrar los ojos y dormir entre sus brazos…
Soñé a pesar de todo y en mis sueños recordé cuando años atrás en Jamaica, aquel apuesto soldado me había ofrecido su mano… y me dijo con una amplia sonrisa en los labios…
-…dame tu mano… confía en mi… ¡¡¡yo te sacaré de aquí¡¡¡…
Dudé un segundo pero algo en su mirada me hizo darme cuenta de que en aquel infierno, aquel seria mi refugio, alguien en quien confiar en aquella horrible pesadilla de balas y destrucción, alguien a quien entregar mi vida…
Aquel solo fue el principio de aquella amistad y así fue como aquel hombre se convirtió en un héroe para mi y en la única persona en la confiaría lo mas preciado para mi… mi libertad…
jueves, 19 de noviembre de 2009
Me dices que me quieres y yo suspiro...
Como hacerte ver
que mi amor no pide nada
solo estar a tu lado
cada mañana,
solo espero
que aulles
a la luna enamorada...
y con tu mirada,
se rompe el momento
y solo tus labios
marcan el silencio,
solo tu amor
llena mis deseos
solo tu aliento
me alimenta con esmero...
dame tu calor
esta noche te deseo,
antes de perderme
en lo profundo de mi soledad,
en el obscuro al acecho
de mi corazón pétreo
puedes tocarme
y sabras que mi amor
es verdadero
solo necesito
que hayas entendido
todo lo que me hace vibrar,
todo lo que anhelo tu cuerpo,
aqui junto a mí
atado a mi cintura
entrelazados apasionados,
en un abrazo furtivo
que nos oculte del mundo
con mis besos yo te cubro
para que tu olvides
que cruel es
este mundo,
que solo sientas mis suspiros
en tu piel de brillo dorado
y sepas que mi calor
podría curar cualquier dolor
dejame curar tu corazón
y mientras brille la luna,
te amaré con locura
y asi
mañana no habrá
un adios...
que mi amor no pide nada
solo estar a tu lado
cada mañana,
solo espero
que aulles
a la luna enamorada...
y con tu mirada,
se rompe el momento
y solo tus labios
marcan el silencio,
solo tu amor
llena mis deseos
solo tu aliento
me alimenta con esmero...
dame tu calor
esta noche te deseo,
antes de perderme
en lo profundo de mi soledad,
en el obscuro al acecho
de mi corazón pétreo
puedes tocarme
y sabras que mi amor
es verdadero
solo necesito
que hayas entendido
todo lo que me hace vibrar,
todo lo que anhelo tu cuerpo,
aqui junto a mí
atado a mi cintura
entrelazados apasionados,
en un abrazo furtivo
que nos oculte del mundo
con mis besos yo te cubro
para que tu olvides
que cruel es
este mundo,
que solo sientas mis suspiros
en tu piel de brillo dorado
y sepas que mi calor
podría curar cualquier dolor
dejame curar tu corazón
y mientras brille la luna,
te amaré con locura
y asi
mañana no habrá
un adios...
Suscribirse a:
Entradas (Atom)