viernes, 26 de marzo de 2021

Volver a soñar...

Volví a mirarme en el espejo, miré fijamente la pupila de mi ojo derecho y luego la del izquierdo, volvía de uno al otro sin parar tratando estúpidamente de ver los dos a la vez, como si así, tal vez pudiera reconocerme en ellos... El aro de color verde que lo rodeaba era tan claro que casi podía verme reflejada en ellos y sin embargo aquel era el reflejo de una completa desconocida, alguien que me devolvía la mirada llena de tristeza y desesperación, desconcertada sin llegar comprender como había ocurrido todo aquello... Sabía que no era algo que había pasado de la noche a la mañana, que aquello había ocurrido mientras observaba, pero jamás había pensado que llegaría a ser aquella extraña a la que me dolería mirar, aquella que había perdido tanto sin saber si quiera que lo tenía... Me había esforzado tanto por protegerme, por crear aquellas estúpidas corazas, que había logrado creer que nada me podía tocar, que había logrado cerrarme al mundo como una sala acorazada y estaba dispuesta a olvidar a todo aquel que intentara abrirme... Muchos quedaron en el pasado por intentar acceder a esa parte de mí y me sentía bien y victoriosa cuando lograba sobrevivir un día más en el mundo en el que vivía inmersa, donde ser la última en pie en lo alto de aquella montaña era la mayor de las victorias y celebraba cada instante que lograba no ser tocada por nada más que la helada brisa de lo más alto de aquella solitaria montaña... Nunca pensé en parar de luchar, ni en rendirme ni en no intentar de controlar todo lo que me rodeaba... me creía intocable en la soledad de mi orgullo y a la vez superior tan solo por poder mirar abajo y saber que nadie podía llegar a mí. Lo que nunca llegué a comprender es que cuanto más alto subía más inaccesible me hacia hasta a mí misma, mientras más luchaba mas sola me quedaba en el campo de batalla y más enemigos me creaba... siendo yo misma el mayor de todos. El silencio siempre fue lo peor y sin embargo aquella era otra mentira que prefería creer sin entender que las dulces mentiras que me contaban a mi misma no eran más que cuentos para dormir en noches sin sueños, en noches vacías donde el silencio resultaba ensordecedor… Pero ahora estaba allí, en lo más bajo, frente a mi propio reflejo y no me reconocía... sola y derrotada, rota por dentro por haberme permitido soñar por una vez y haber sentido como ese sueño se rompía dentro de mí antes incluso de saber que era posible. Las lagrimas inundaron mis mejillas sin piedad y marcaron surcos tan grandes en mi piel que rompieron mi alma en su recorrido... no sabía cuánto era capaz de llorar ni cuando podría parar, pero sabía que aquel momento me había roto por dentro, sabía que nada más me importaba en aquel instante y cuando quise volver a subirme a aquella montaña yo ya no era la misma... Pensaba que nadie más entendería ese dolor, traté de explicarlo con palabras, pero solo podía pensar en cuanto dolor había en mi interior y mis palabras se volvieron tan vacías como mi propio interior y desconocía cuanto sería capaz de aguantar... no mucho, gritaban mis puños apretados, es insoportable… gritó mis desgarrado corazón... pero allí estaba yo, con el rostro lúgubre, los labios sellados y la mirada perdida en una montaña a la que ya no podía volver a subir y supe que aquella desconocida a la que me dolía ver y oír siempre fui yo... no importa cuánto tiempo llevaba rota, solo sabía que aquel era el instante donde debía reconstruirme y tal vez con el tiempo... me atrevería a volver a soñar.

miércoles, 10 de marzo de 2021

A veces duele...

Y a veces duele tanto que al respirar solo puedo cerrar los ojos e imaginarme a millones de kilómetros de mi propia piel, de mi propio deseo, de mi propio aliento humedo y caliente... dolía cada instante que su recuerdo parecía acariciar mi cuerpo, envolviéndolo entre sus enormes brazos tatuados, sintiendo su ardor entre mis prietos muslos, su boca deborando una vez más mi boca, sus manos recorriendome y poseyéndome cómo nunca antes lo habian hecho... tan sólo podia pensar en sentirlo un segundo más dentro de mí... un instante más notando su respiracion entrecortada y sus jadeos en mi oido mientras pronunciaba mi nombre entre suspiros y entonces, cuando todo se intensificaba y sentia desatarse todo mi placer mi mente volvía de golpe a la jodida realidad en la que tú solo eres una fantasía y desapareces al amanecer... y es que a veces, soñar duele.