sábado, 26 de diciembre de 2009

Olor en mi piel... Navidad, sexy Navidad....





Navidad… sexy Navidad, nunca creí que la Navidad fuera algo sexy, no hasta que vi a aquella exuberante mujer con aquella faldita roja y el gorrito de Papá Noel… sus labios también de rojo carmesí eran la guirnalda perfecta a tan sensual escena… verla en la pista de baile moviendo sus caderas y con aquel escote de vértigo me hizo creer, que aquellos ojos de gata eran el regalo de Navidad que yo había pedido…
Todos la observaban… ¿como no hacerlo…? Mis colegas de oficina, con los que acudí a aquel bar de una calle cualquiera con el pretexto de la cena de empresa, la miraban baboseando… aquello tampoco me parecía del todo sano….
La chica, que aparte de guapa y sensual, no hacia nada por provocar al personal, bailaba ajena a todo junto a sus amigas. Todo fue casual hasta que nuestras miradas se encontraron en la obscuridad de aquel local… sus ojos de gata me miraron con media sonrisa, aquello me detuvo en el espacio y el tiempo, con tan solo una respiración y hasta que mis pulmones no pudieron mas… entonces volvió el sonido y el resto del mundo con él… sin duda aquella mirada gatuna sacudió mi ser…
Entonces ella bailó para mi… sus ojos no se apartaban de los míos y sus caderas, movidas por la música frenética recorrían el camino de mi deseo con asombroso acierto…
Solo tuve un segundo para captar su guiño, uno que me hizo analizar lo hasta entonces ocurrido…
Ella movía sus caderas y sus manos recorrieron su escote suavemente bajo la mirada de todos… pero solo a mi miraba, cuando guiñó aquel ojo de gata, color verde esmeralda… y sin embargo había desaparecido… entre la gente una mancha roja entre el espacio que dejaba la muchedumbre, de refilón un gorrito rojo navideño con aquella bolita tan graciosa que sobre salía entre la gente… iba a la planta baja y en segundos y solo guiado por un deseo jamás sentido ni confesado, seguí su ondeante figurar rojiza por las escaleras… al llegar a la plena obscuridad perdí su rastro, todo el lugar olía a humo y alcohol derramado, pero entre esos olores una fragancia a fruta fresca de verano y de flores exóticas envolvía especialmente aquel oscuro habitáculo y mientras caminaba guiado por aquel olor, su imagen apareció de la nada…. Apoyada sobre el quicio de la puerta y con una sonrisa que me sacudió el alma…
Sus labios invadieron los míos y con sumo placer me rendí a su lengua caliente y a su sabor dulce y perenne, nunca probé unos labios así, tan húmedos que me hicieron excitarme de forma evidente… yo me incomodé, sin embargo tu mano sin dejar de mirar mis ojos marrones, acariciaron mi pantalón y con movimientos cautos y certeros supiste llegar a mi objeto del placer…
Una oleada se apoderó de mí y mil ideas agolparon mi mente… un hola tal vez… pero tus labios no me dejaron. Traté de ser dulce… pero tus dientes me mordían y la pasión me hacia un amante incontenible. Trataba de ser todo lo que una mujer suele desear… pero tu no parecías una chica convencional… me dejé llevar por tu pasión y me convertí en un lobo que contra una esquina te arrinconó y con un leve movimiento me introduje en tu ropa interior… tu excitada, gemías y suspirabas y yo te devoraba poseído  por el poder que desprendías… solo un segundo y tu supiste encender mi fuego, solo un instante y te poseí entre caricias robadas, labios carnosos y el sabor dulce de tu piel clara…
Lamí tus pechos y lamí tus labios mientras te poseía y sentía como el huracán de mi ser arrasaba tu cuerpo de forma apasionada… tu sentías como no dejaba rincón de ti que no poseyera y suspirabas indefensa entre mi abrazo de fiera…
Temblé al final… y dudé un segundo, pero tu mirada me sostuvo… unos segundos en vilo, aun con tu respiración en mi oído… me besaste largamente y yo simplemente quedé bloqueado, tratando de aclarar mi mente y de concordarlo con mis labios…
Te marchaste con una sonrisa y me dejaste con la respiración entrecortada y el cuerpo alterado… unos momentos para componerme y mientras colocaba mi camisa de botones arrancados y limpiaba mis labios con restos del rojo de tus labios, me miré en el espejo y recordé con sumo placer nuestro encuentro inapropiado… nada sabia de ti… sin embargo te tenia aun sobre mi piel, te sentía, te olía, palpitabas aun en mi cuerpo extenuado… y me recree nuevamente con tu sabor salado, con una sonrisa que marcó en mi vida un antes y un después.
Salí de aquel baño dispuesto a saber tu nombre y descubrir los secretos que aun quedaron por decir en aquel encuentro inesperado…
Cuando subí no estabas, ni tu, ni tus amigas, ni si quiera tu perfume ondeaba, ni había rastro de tu estela sonrojada… mi amigo me miró extrañado y yo simplemente puse una excusa y salí a la calle desconcertado…
Aquella noche volví a soñar contigo… muchas mas vinieron después… y todavía hoy huelo tu aroma en mi piel….

3 comentarios:

  1. Si al menos consiguió conservar su aroma... es que fue real. Algo es algo.

    ;)

    Felices fiestas!

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  2. gracias guapa¡¡¡ igualmente¡¡¡¡ y bueno siempre pensé que un aroma vale mas que mil palbras, lo mismo que un recuerdo perenne... Un beso y felices fiestas

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  3. ni me ubiera imaginado la posibilidad que un Papa Noel tuviera tantos atractivos,siendo justo con la igualdad de genero creo conveniente promocionar en el futuro navidades de este estilo.En mi caso debo confesar el viejo barrigon ya me tiene un tanto indiferente

    cariños y bienvenida a estos lares

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