sábado, 26 de septiembre de 2015

Nada que decir....

Últimamente no se me ocurre nada que decir... ningún post ocurrente ni ninguna historia emotiva que compartir. No es que no me ocurran cosas ni tenga situaciones en mi vida que compartir, de hecho es porque me ocurre justamente lo contrario, últimamente mi vida es un absoluto caos y cada vez que empiezo a escribir las ideas y todas esas palabras que parecen quebrarse en mi interior mueren en mis labios en forma de suspiros y anhelos de algo que perdí. A veces pienso que hablar con alguien podría ayudarme a disipar todas esas nubes oscuras y tormentosas que mantienen mis ojos tristes y brillantes y mi sonrisa perdida en simples muecas de desesperación. Me siento ante el ordenador y veo mi vida a través de la ventana que a todo el mundo llega y que todos pueden pueden ver y sin embargo la soledad es aún mayor. Siempre he creído firmemente en la mítica frase de Blanche “Quien quiera que sea, siempre he confiado en la bondad de los desconocidos” en Un tren llamado deseo, porque a veces la gente que conoces y aprecias no es capaz de mitigar esa tormenta que bulle en tu interior y te hace presa de un desasosiego que te reconcome y te domina por completo, hasta el punto de hacerte olvidar quien eres realmente... Aunque ello me ha llevado también a conocer la traición y la hipocresía,haciendo de mí un animal herido, alimentando la bestia que llevo dentro del miedo y la desconfianza, no sin razón he de decir. Pero no temo a esa bestia, de hecho creo que esa bestia es lo único que aún me permite estar aquí de pie, enfrentada a un mundo vil, dispuesta a todo por ser la única que permanezca en pie al final de la batalla, aunque a veces, me siento tentada a dejarme llevar y definitivamente olvidar todo lo que soy y todo lo que una vez fui mientras me siento a observar como todo mi mundo se desmorona a mi alrededor. Podría hacerlo, pero supongo que, aunque eso haría feliz a algunas personas, no entiendo bien el por qué, la realidad es que ese nunca ha sido mi estilo, lo mio siempre ha sido luchar, morir con la botas puestas y sin apartar jamas la mirada de los ojos de quien mi desafía. No, últimamente no se me ocurre nada que decir, o al menos nada que no pueda ser utilizado en mi contra, porque aunque no soy débil, si que tengo debilidades y justo es ahí por donde han empezado a intentar demoler mi reino. La realidad es que no quiero decir nada, tal vez porque tengo miedo a romperme en mil pedazos, aunque es probable que únicamente no quiera que la gente sepa lo que ya está roto... supongo que es simple y llanamente miedo, aunque ese miedo es lo único que me separa de una muerte segura. Si es así, para qué mostrarlo al mundo? y no es ocultarlo, simplemente atesorarlo, hacerlo parte del muro que me separa del resto. Si, supongo que hasta aquí llegó mi vida en un escaparate, no porque siempre haya estado expuesta, sino porque en estos momentos solo soy un manojo de sentimientos, miles de sentimientos, todos abarrotados pujando por salir abruptamente de mí, queriendo escapar de mi interior, saliendo de mí sin limites ni control y no puedo permitirme ese lujo. Sería fácil escribir "estoy triste" o "estoy sufriendo" y aún mas fácil recibir el cariño de aquellas personas que me aprecian, pero en el fondo no quiero ese cariño, ese cariño me haría bajar la guardia, soltar las armas que me mantienen aun en pie, dejar marchar el miedo me haría dejar de estar alerta y aguardando el comienzo de la batalla. Entonces tal vez sonreiría de manera triste o dejaría escapar una simple lagrima llena de emoción y sentimiento, y aquella simple lagrima abriría en mi ser una diminuta rendija, pero lo suficientemente grande por la que pudieran escapar todos mis sentimientos, saliendo de mi como una fuente inagotable de dolor y miedo. Solo quiero olvidar, solo quiero dejar de sentir, solo anhelo dejar de ser yo... de sentir y pensar, de analizar todo una y otra vez para dejar de enloquecer por momentos, eclipsada por pensamientos y sentimientos hilarantes que me hacen morir por dentro aullando y retorciéndome de dolor abrasada por el fuego para luego volver a renacer de manera tormentosa de entre mis propias cenizas, simplemente para volver a morir otra vez de dolor. No, definitivamente no se me ocurre nada que decir... no, absolutamente nada que decir, ni ningún ridículo post ocurrente ni ninguna estúpida historia emotiva que compartir.

sábado, 11 de julio de 2015

Y caer en la vulnerabilidad.....

Era casi irreal, como un sueño o una aparición, salvo porque él sostenía mi muñeca, apretándola con una fuerza descomunal de la que yo ni si quiera era consciente... en aquel momento, en aquel preciso instante, estaba más cerca de la muerte que de aquella vida que me provocaba tanto dolor. De pronto fui consciente de la lluvia que caía sobre mi empapándome y aun así, no podía sentir su frío tacto en mi piel. Era como si aquella ya no fuera yo.... por un momento lo miré a los ojos y sin más lo supe, aquella definitivamente no era yo. Me gustaría decir que fui feliz, que durante muchos años había sido feliz a su lado, pero lo cierto es que al final solo recordaba sus golpes y desprecios. En el fondo sabía que no habían sido tantos, pero sí los suficientes para romperme por dentro y saber que jamás se volverían a unir aquellos trozos en los que había fragmentado mi interior. Y cada amanecer miraba con esperanza el nacer de un nuevo día para luego al llegar el crepúsculo, llorar amargamente el final de cada nueva oportunidad perdida... Vivía temerosa de las noches, temía dormir a tu lado y despertar con el cuerpo perlado en sudor, perdida en la oscuridad en la que me envolvías, cerrando los ojos con fuerza para no sentir tus caricias, para salir de mi propio cuerpo deseando huir con todas mis fuerzas de mi misma... tú y solo tú eras la razón por la que ya no deseaba habitar mi propia piel. Solía decirme una y otra vez que la culpa era mía, era más fácil que enfrentarme a la realidad, enfrentarme al aterrador hecho de que mi amado era ahora mi enemigo. Lejos quedaba ya cuando sentí que perdía la vida sin ti, que moría por rozar tus labios y que sellaba cada beso que te daba con lagrimas para luego saborear el salado amargor del miedo a perderte... no sé como pasé de eso a desear una pronta muerte para huir del castigo de tus labios y la prisión de tus abrazos. Solo necesitabas abrir el sello de tus labios y mi piel se rompía y rasgaba por tu afilada lengua asesina con palabras hirientes que me marcaban como hierros candentes. Ni si quiera sabía como podía sobrevivir a cada enfrentamiento ni de donde sacaba las fuerzas para luchar contra ti... ahora sé que estaba desesperada por huir y a la vez me sentía condenada a ti. Es duro decir eso en voz alta... es duro decir que te odié mas de lo que te quise. Es duro hablar si quiera de ti... alguien de quien tuve la valentía de escaparme. De haberme quedado todo habría terminado de manera diferente... porque dentro de mi conocía cual sería mi destino si me quedaba a tu lado. Y aunque deseé la muerte mas de mil veces lo cierto es que decidí huir, desnuda y con el cuerpo roto del frío, pero a salvo de tu cálida sentencia a la inexistencia, condenada a la aniquilación más cruel, la que te destruye un poquito cada día hasta convierte en la nada más absoluta. Y casi lo fui... casi consigues convertirme en tan solo un eco lejano que nadie podría llegar a oír... y yo casi te dejo hacerme eso. Volví a mirar a mi alrededor, la lluvia seguía cayendo profusamente sobre mí.... y solo quería gritar, gritar con todas mis fuerzas para dejar de ser un eco que nadie pudiera oír. El grito ahogado de mi interior se transformaron en un mar de lagrimas. Y lloré, y lloré a gritos y lloré tanto que se rompieron las paredes en las que me habías encerrado y todo se vino abajo y aunque temí terminar sepultada bajo mis propias ruinas, lo único que sentí es que al fin era libre, libre sin ti... Al fin sentí tu mano aferrado a mi muñeca de manera salvaje y el frío de las gotas de lluvia cayendo sobre mi. Ahora que era real decidí que el eco lejano serías tú.... porque ya no eres nada para mi. Sonrío, porque soy consciente de lo terrible que tiene que ser eso para ti....