Hacia mucho tiempo que esperaba oculto entre las sombras, en parte porque allí era feliz, pero también porque no conocía nada más.
Quería desemperezarse, pero allí no había ni un centímetro más de sitio. Hacia tiempo que venia pensándolo y cuanto más tiempo permanecía allí, más se convencía de que había llegado el momento de salir. Desde su escondite, se veían luces y oía diferentes sonidos, algunos estruendosos, pero otros sublimes, que habían llenado su mente con colores realmente mágicos, colores evocadores, que fácilmente identificó con la felicidad. Tal vez por eso mismo se había auto convencido de que había llegado el momento.
Fuera, en libertad, seria feliz.
Era un día caluroso, y la luz penetraba con todo su fulgor hasta él. No podía verlo con claridad, como nada de allá fuera, sin embargo algo en su interior, algo que le decía que allí estaría bien, algo que nacía desde lo mas profundo de su ser, algo que le hizo saber que aquella mañana seria la ultima en aquel lugar.
En cuanto se decidió se dejó llevar por el instinto para poder encontrar la salida, ya que no sabia donde estaba, ni si quiera recordaba como se había metido allí y no veía a simple vista ningún punto flaco en ese lugar…
Era perfectamente liso y completamente hermético, muchas preguntas surgieron en su mente… ¿como podía haberse llevado tanto tiempo allí sin aire?, ¿de donde obtenía su sustento?... se dio cuenta de que algo ligeramente viscoso le rodeaba y cada segundo que pasaba, mas extraño se sentía, no sabia ni si quiera su nombre y era consciente de que no recordaba nada a parte de su escondite.
Cuanto mas le daba por pensarlo, mas ganas tenia de escapar, se revolvió incomodo y golpeó las paredes con fuerza. Éstas retumbaron, pero se dio cuenta de que era menos duro de lo que había pensado, más delgado, y volvió a golpear con fuerza y con precisión, utilizó esta vez todo su cuerpo para abrirse paso hasta resquebrajar la coraza y le inundó la luz.
Salió al mundo y sintió el aire acariciándole y el sol calentándolo… sintió sumo placer, un bienestar que se apoderó de él por completo. Vió las luces, los colores, diferentes gamas de verdes, dorados, marrones y el azul del cielo, inmenso y liberador… se levantó trabajosamente y dejó que su cuerpo, que ahora descubría húmedo, se secara con el sol y la calida brisa.
Estaba tan sumamente absorto en todo aquello que le hacia sentir tan vivo, que no vio lo que se cernía sobre él. Una sombra inmensa y de llamativos colores tapó el sol. Unos inmensos ojos se acercaron a él y como si de un milagro se tratase reconoció esos ojos, vio toda una herencia, toda una historia, la clase de milenaria sabiduría que nadie pronuncia con palabras, pero que todos llevamos escrito en el alma, todos los que llegan al mundo de la misma forma, pues descubrió que no era el único que había salido al nuevo mundo, todos, detrás de él, con el mismo camino recorrido, eran hermanos y aquellos ojos calidos, que calladamente pero que con cariño los observaba era su familia…
Sin voz, su familia le transmitió lo que le deparaba el futuro y con tan solo una mirada de su madre para guiar su vista al cielo, pudieron observar como su padre volaba hacia el nido, surcando las nubes, tocado por el viento, acariciado por el sol qua hacia relucir sus delicadas plumas doradas, verdes y rojizas y gráciles movimientos que denotaban la libertad de la que algún día el también disfrutaría… volando… volando…
Nací como humana pero mis sueños me hicieron escribiente... con la pluma entre los dedos, marcaba mis sueños en un papiro fino y roto. Soñaba para escribir, escribía para revivirlos y cuanto más soñaba más escribía y más deseaba cumplir mis sueños. Llegué a adulta y aun ocupaban mi mente, me dejaba llevar a un fantástico mundo donde solo con mi pensamiento era princesa, guerrera, hada o musa…No quiero una vida real si no tengo sueños... nací como humana pero mis sueños me hicieron escribiente…
Igraine, te comento ahora, antes de esconderme un poco en el huevo protector, a escribir, a...no sé, a recuperar cosas antes de volar de nuevo (se vuela, sin embargo, de muchas maneras).
ResponderEliminarBellísimas sensaciones de nacimiento, de energia, de miedos viscerales o genéticos...los he sentido. Y la luz primera y la amenaza primera. Mojada, temblorosa criatura nueva !dadle una oportunidad águilas o halcones!. Y...el VUELO. Volará, para esto nació, que tenga suerte, pajarillo bello y frágil, como todos...nosotros. Beso cariñoso.
Linda evocación al nacimiento de un ave, y como dice Nati, hay muchas formas de volar, a mi también me gusta volar, y este pichoncito en breve desplegara sus alas.
ResponderEliminarSaludos.
Preciosa narración... me gusta la sensación de libertad que deja ;)
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