jueves, 14 de enero de 2010

"¡Este jueves, un relato¡" Mito. La joven del lago...


Hace mucho, mucho tiempo vivió en un recóndito paraje un apuesto joven, que se llamaba Alex… él sólo, trabajaba duramente en las tierras de la familia, todos los días del año, desde el alba hasta el ocaso, dado que sus padres ya eran muy mayores.
Un día, despertó al alba y todo viendo que indicaba que nevaría, tuvo que apresurarse a ir recoger su cosecha, toda, en ese mismo día, para así no perderlo todo. Aquello era mucho trabajo pero Alex, trabajó sin descanso hasta bien entrada la madrugada. Con las manos ya rotas con heridas sangrantes, cansado hasta la extenuidad, como estaba, se sentó junto a un lago cercano a descansar, justo bajo un árbol grande y frondoso, y allí quedó profundamente dormido…
 Entonces, oyó unas risas que lo sacaron de su estupor, abrió los ojos lentamente y aunque no se atrevió ni siquiera a moverse, volvió su mirada hacia el lago y allí vio a tres muchachas espectaculares jugar en las aguas menos profundas. Las jóvenes llevaban velos vaporosos pegados a sus esbeltos cuerpos a modo de túnicas y en algunas partes, debido a las gotas de agua que les salpicaba, la tela se les pegaba a los pechos y al abdomen, marcando su figura en todo su esplendor…
Las tres muchachas eran jóvenes e increíblemente bellas… Una era una doncella alta y rubia, de larga melena dorada, ojos color miel y sonrisa extremadamente dulce. Otra de las muchachas tenía el color del fuego en una vaporosa melena rizada, los ojos azules, unas caderas y pechos prominentes que la hacían la más sugerente y exótica de las tres.
La tercera de ellas era una joven con el pelo largo y de un oscuro brillante que le caía como cascada por su espalda, sus ojos eran verdes de un claro extremo y sus labios del color de las cerezas maduras…
Las tres exuberantes muchachas jugaban correteando en el lago y reían despreocupadas… Alex las observaba como a un sueño… Entonces, una de ellas sugirió ir a recoger bayas y frutos del bosque y solo la morena decidió quedarse en la orilla de aquel lago, para luego, con movimientos sinuosos y delicados llenos de feminidad muy sugerente, entró en la quietud de las aguas.
  La joven dejó que su cuerpo flotara como un nenúfar más de aquel hermoso paraje… La hermosa imagen de la luna reflejada en el lago, con aquel reflejo que brillaba tan deslumbrantemente, era tan mágico e hipnotizante que la imagen solo se hallaba rota por los prominentes pechos de la joven al sobresalir del agua…
 Alex quedó embelesado con aquel mágico momento… jamás había visto una imagen mas bella que aquella, ni si quiera en sueños… y sin poder evitarlo suspiró sonoramente…  la joven, sobresaltada por aquel aliento, se hundió en el lago y al salir lentamente sus pechos eran aun más visibles tras su húmeda y translucida túnica, que ahora se pegaba a su cuerpo como una segunda piel…
 Alex la calmó suavemente, tratando de explicarle que no las dañaría ni las espiaba, que solo se había quedado dormido bajo aquel árbol, tras trabajar todo el día su campo, dijo a la vez que le señalaba sus tierras.  Pero el hermoso sonido de sus risas lo habían despertado, pero que el  creía fervientemente que aquello era un magnifico sueño…
La joven caminó hacia él, lo miraba con una mezcla de curiosidad y de expectación y cuando estuvo a punto de salir del agua, se detuvo en seco, sin dejar de mirarlo.  Alex gateó entonces hasta ella y miró su rostro tan pálido como la luna que en el cielo los observaba, miró detenidamente sus ojos verdes y sus labios carnosos mientras asomaba una sonrisa en su rostro y Alex, simplemente, no pudo contenerse y rozó con delicadeza su rostro con el dorso de la mano, temeroso de acercar sus rudas manos a su marfileña piel… Se estremeció brevemente al notarla helada ante su roce… tomó entonces su humilde abrigo y tapó con el a la joven medio desnuda.  Pero ella perpleja ante su candor, dejó caer la prenda, se puso en pie y apartó de sí el mojado vestido para así notarlo en toda su desguarnecida piel…
 El muchacho, siguiendo la invitación de su cuerpo desnudo, la acarició con deleite. La joven notó el calor que de él emanaba y quedó extenuada, lo notaba arder en su tez y sentía como una pasión irrefrenable, se apoderaba de ella… lo notaba en todo su gélido cuerpo y  no podía arrancarse ese deseo ni de sus entrañas ni de su alma y ese sentimiento la volvía más y más impaciente de sus caricias, más deseosa que nunca del ardor de su cuerpo con el que se alimentaba, no había sentido eso jamás… necesitaba poseerlo por completo.
Acarició con sus cerúleos dedos su boca y ansió el roce de sus labios que emitían esos suspiros y ese calido aliento que la abrigaba y enloquecía sobremanera. Cuando por primera vez sintió su boca saboreó ese instante como el intenso de su existencia y devoró sus labios como si de cerezas maduras se tratasen, como a pura ambrosía que estallaba en su paladar y la hacia anhelar aun más su lengua caliente y húmeda….
 Ella recorrió el cuerpo del joven con su lengua mientras éste emitía pequeños gritos y gemía pasionalmente, pues nunca una mujer lo había colmado de aquellas atenciones, pues nunca nadie lo había poseído con aquella vehemencia, que lo convertía en un naufrago perdido en plena tempestad… ella lo recorría como un navegante experto recorre los siete mares, surcando cada rincón  de su cuerpo como si fuera suyo… conquistándolo con cada aliento sobre su piel.
Alex sentía su saliva humeante sobre él y notaba en su piel suave como se estremecía, como sus pechos turgentes se endurecían bajo sus caricias y su boca incansable. Recorrió sus curvas deleitándose en cada pliegue, en cada hendidura y aquella noche, bajo la inmensa luna como testigo y a orillas de aquel mágico lago, le hizo el amor con una pasión jamás conocida, volviéndolos esclavos del deseo…  yació con ella por tres veces, hasta que el alba los halló vencedores y cayeron  exhaustos en un abrazo de cuerpos entrelazados, jadeos  y miradas de inconmensurable pasión…
Alex se quedó observándola largamente, notaba su respiración profunda sobre su pecho y aunque habría permanecido contemplándola eternamente estaba tan cansado que le venció el sueño y sostuvo radiante de felicidad a su amante entre los brazos...
Pero al despertar, aún con una sonrisa en los labios, buscó su cuerpo perfecto y no lo halló a su lado... solo el frío manto de la nieve que había caído mientras dormía…
Sobresaltado miró al lago, pensó que todo había sido un sueño maravilloso… sin embargo, milagrosamente sus manos estaban curadas y aun creía sentir su aroma en su piel y su boca en la suya….
Al llegar a su casa sus padres le agradecieron por su trabajo. El joven estaba muy confuso, pues debido a su encuentro con la muchacha no había podido terminar su tarea. Y cuando sus padres le explicaron que la cosecha estaba toda recogida y guardada en el granero, el joven quedó perplejo y no entendía exactamente que había ocurrido.  Su madre comenzó a preparar el desayuno y Alex le contó a su padre íntimamente,  lo que había vivido aquella noche mágica.
Su padre quedó maravillado con su relato y le habló de un mito muy antiguo… el mito de las ninfas del agua. Eran seres mágicos que con tan solo verlas atraían la felicidad y la abundancia… por lo que hacer el amor con una era como una bendición, que ningún hombre había conocido…
 Pero a él no le importaba que su amante fuera un mito o un ser mágico… y no deseaba riquezas ni abundancia ni felicidad plena solo soñaba con volver a ver a aquella joven del lago….
 Una noche tras otra volvió al lago, pero durante mucho tiempo no vio nada. Pasaron los meses y pronto los años y sus padres preocupados por la fijación de Alex con aquel ser, le suplicaron que la olvidara y que se casara con alguna joven buena del pueblo.
Triste y afligido decidió aceptar sus ruegos y decidió tomar por esposa a una muchacha guapa y buena que conocía desde niño.
Todo estaba preparado, su destino fijado y justo la noche antes a su boda fué al lago a despedirse, a su manera, de la que había sido el gran amor de su vida, con el convencimiento de que jamás la olvidaría…
Quedó dormido nuevamente bajo el mismo árbol, estaba vez borracho de vino para ahuyentar sus grises y al notó unos labios fríos y húmedos… despertó y sonrió al ver a su amada. Le dijo que no había podido olvidarla, que no había dejado de amarla ni un solo instante…
 Ella le dijo que sabía que eran de mundos distintos pero que ella tampoco lo había olvidado. La joven pidió a los espíritus del bosque que no los separaran pues su amor era lo que le daba la vida y uno de los espíritus, tal vez por vejez o por simple simpatía a los humanos, pues no todos los odiaban y temían…, les ofreció que si el joven moría entre sus brazos ella misma lo convertiría en viento si ella renunciaba a ser una ninfa y se convertía en agua… y se convertirian en elementos de la naturaleza y por siempre Alex como viento la mecería como agua del lago y acunaría los juncos que allí nacían y salpicaría gotas de rocío en su pelo cada madrugada, cuando al salir la luna llena recuperarían sus cuerpos con los que poder amarse y podrían estar eternamente juntos….
Alex aceptó encantado con tal de estar junto a ella, pero la ninfa del lago amaba tanto al muchacho que le pidió que no lo hiciera, le dijo que si su amor era verdadero esperaría 50 años a reunirse con ella y mientras tanto, ella deseaba que él viviera plenamente su vida como humano…
-¡¡Cásate¡¡ vive lo que significa tener una esposa humana, unos hijos y quien sabe si nietos… vive intensamente como humano antes de ser un espíritud para siempre a mi lado… si después de ese tiempo aún me amas… vuelve al lago en luna llena y yo te estaré esperando…
Alex miró sus ojos verdes y vió en ellos la magnificencia del amor que por él sentía, teniendo la certeza absoluta de que jamás sentiría un amor tan sublime por nadie jamás en su vida, y nunca lo amarían como aquella joven lo hacía….
Así, que así lo hizo… fue a su boda y tuvo una vida plena. Aunque su corazón lo arrastraba muchas noches a su lado y dormía a la orilla de aquel lugar mágico tan solo para susurrarle al agua con amor infinito…
-…Un año menos… amor mío, pronto seré viento entre tus aguas para rozar tu mejilla por siempre…
 Al cabo de los 50 años organizó una cena con toda su familia, muy prolífica  y muy querida y se despidió de todos sus hijos y nietos con lágrimas en los ojos….
Como su esposa hacia tiempo que faltaba no tuvo que pasar por la pena de dejarla y aquello le hizo más fácil su marcha…
Llegó al lago… la luna se reflejaba en la quietud de sus aguas… ella acudió al encuentro ni un día mas anciana, ni un día había pasado por ella… era tal y como la recordaba… perfecta.
Ella lo miró con el mismo amor en los ojos y él se sintió avergonzado de su piel arrugada, pero ella le ofreció su mano y juntos entraron en el agua… La joven del lago acarició su rostro sin verle ni un día más anciano, pues en su corazón le sentía como aquel día en el lago…
La joven susurró en su oído con aliento gélido…-Tranquilo mi amor… solo será un momento… será una muerte dulce y luego estaremos siempre juntos…
Alex la miró con dulzura y asintió, pues había estado esperando aquel momento por más de 50 años y no tenia ninguna duda de que aquel era su destino…
…Y ella se abrazó a su cuerpo con el mismo deseo del primer día, besó sus labios en un acto de infinita pasión y ternura...
 Todo fue muy rápido y en un momento él se llenó del agua en el que ella se convertía y al morir se convirtió en viento que eternamente yacería junto a su amada a la orilla de aquel lago… y por siempre jamás se unirían los destinos de esos dos elementos de la naturaleza

4 comentarios:

  1. Preciosa historia amiga mia, amor verdadero es ese que nunca es egoísta y eterno, me ha encantado el cuento, somos unas románticas sin remedio, miles de besossssssssssss.

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  2. Igraine, no esperaba menos de ti, el mito de la Ondina, mujer del agua, loto que flota, atrayente, siempre viva, y el amor lo hace todo posible, el amor al final convertido en mito de la natura.
    ¿Conoces la história de Hilas? El muchacho que fue a por agua, de belleza singular enamoró a las hermosas Ninfas del bosque y de las fuentes, que le raptaron, aún está con ellas, joven y bello para siempre, eso dicen.
    Bsito suuuuave, ninfa.

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  3. que bella historia , una muestra de amor puro el de la ninfa.un pacto de amor al final...bello.

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  4. graciassssssss os agradezco vuestras palabras y me alegro de que disfrutarais con un retazo de mi ideal de amor... generoso, leal, paciente, sicero, sacrificado y como no un amor lleno de una pasion sin barreras, eternooooo Besos de tempestad.

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