lunes, 12 de noviembre de 2012

La Humanidad de lo divino...


Había oído su nombre mil veces de boca del resto de los mortales.. Sabía quién era y la devoción que los hombres le profesaban.. Aunque había sido criada como una no creyente y jamás había rezado.. Ni cuando el miedo o la adversidad se cebaron con mi madre y conmigo..
Sin embargo allí estaba yo, en el Olimpo ante los dioses y lo único que podía pensar era en que no hallaba grandes diferencias entre ellos y las personas a las que había conocido.
Zeus me miró fijamente y habló mientras los truenos resonaban amenazantes..
Pero yo lo había perdido todo, ya no me quedaba nada.. Por lo que no temía a nada.
Todos acordaron hablar con los dioses para pedirles que nos dejaran tener el control sobre nuestro propio destino, pero ninguno se había atrevido..
Yo era virgen y sabía que mi sangre vertida en el templo de Atenea me permitiría ser escuchada.. Aunque a cambio debiera entregar mi vida.
Llevada ante los dioses expuse el deseo de la humanidad y sólo el Rey de los dioses habló..
Eres sin duda una humana valiente.. Y bella. Reconozco en ti vestigios de toda una nueva raza.. Tú eres hija de los dioses.
-Os equivocáis y en todo caso me niego..- yo no creo en los dioses y aún menos soy hija de uno de ellos..
-Todos nuestros hijos son valientes, osados y bendecidos con un poder que no tendría ningún humano.. Tú eres una de ellos¡
- una nueva raza?- susurré.. Los observé largamente y entonces algo dentro de mi se rompió y pude ver más allá de la apariencia humana.. Ante mi se hallaban unos seres de aspecto extraño e incluso todo a su alrededor parecía adelantado a nuestro tiempo..
Tuve entonces una visión del futuro.. De un futuro tan lejano en el que el poder del rayo era utilizado para encender objetos de metal con luces y sonidos.. Los hombres vivían en casas perfectas y la tranquilidad y el bienestar había convertido a la raza humana en sus propios dioses donde algunos curaban con sus manos y otros creaban de la nada..
-donde estaréis vosotros en ese futuro?- pregunté tratando de asimilar lo visto
-los hombres no necesitarán siempre unos dioses en los que apoyarse para seguir adelante.. Vosotros sois nuestros hijos en más de un sentido.. Creamos a tú madre pero tú además eres también como nosotros..
-soy una semidiosa.. Ahora soy divina?
-hija mía.. En éste caso, tu humanidad es lo que te hace divina..

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