lunes, 3 de septiembre de 2012

Herida por la oscuridad...

Su mirada era tan fría... o al menos ella la sentía así. Ya solo se sentía una sombra que apenas veía pasar tras de si por el rabillo del ojo pero tan carente de importancia que ni si quiera se apresuraba a mirar atrás... Esa era ella... una sombra...que se entregaba a la noche oscura y se volvía nada... Para ella su risa era como un certero puñal atravesando su corazón y sin embargo no le deseaba ningún mal... al menos solo pedía oír la verdad... -Abre mis ojos... dejame verte...y mirame... dejame encontrarte en mi oscuridad... y no digas que lo nuestro nunca fue verdad o al menos nuestro... duele... Porque para ella no había mas verdad que quererle, ni más luz que la de su mirada... Se marchó al baño y sin más repasó su maquillaje. Sus rasgos finos y los labios pintados con suma perfección le daba semejanza a las muñecas de porcelana.. Perfecta y frágil... Miró su piel clara y sus ojos verdes. Se vio radiante bajo aquella iluminación tenue y dorada... para el mundo ella no era ninguna sombra. Se marchó del local sin despedirse, sin mirar atrás y no paró hasta que llegó a un bar de carretera donde tipos de dudosa reputación jugaban al billar y trapicheaban con sustancias psicotrópicas. Entró y pidió una cerveza. Desechó el vaso y tomó un largo trago. En ese momento un motero de aspecto rudo, con barba de tres días y vestido con unos vaqueros gastados y una camisa con las mangas arrancadas se acercó a ella y con una sonrisa le puso delante un par de chupitos de whiskie y otro botellín de cerveza tan helada que aun tenia trozos de escarcha resbalando por el cristal... Ella lo bebió todo, no dudó un instante...ni si quiera parpadeó... Aquel tipo sonrió a sus amigos, tendría unos treinta y pocos años, no era guapo.. no tenia nada que ver con él, por eso lo eligió... Era tosco, rudo y fuerte... -Ven...- dijo con una sonrisa tan cautivadora que él la siguió como un corderito al matadero Lo llevó fuera... lejos del bullicio, lejos de las miradas curiosas y las risitas perversas. Una vez a solas empezó a besarle y él le levantó la falda sin contemplaciones y le arrancó las bragas de un tirón. Por un momento fue consciente de su fuerza y se sintió vulnerable. Nuevamente él hizo gala de su fuerza levantándola haciéndola colocar sus muslos alrededor de su cintura y apoyándola contra una pared...sin dejar de mirarla fijamente a sus ojos de gata... -Espera... -dijo entre jadeos y él se detuvo... ella se bajó... -Pegame... -¿que?- dijo estupefacto... -te he dicho que me pegues... -¿Eso es lo que te pone? Eres muy rarita para ser tan guapa... aunque las guapas son las peores... Le dio un bofetón. Ella volvió a girar la cara y le susurró sin voz... otra vez. Y él volvió a pegarla. Ella volvió a pedir más y él volvió a pegarla, las siguientes veces no tuvo que pedirlo.. Aquel tipo comenzó una serie de golpes que enseguida le hicieron sangrar el labio, las mejillas le ardían y unos de los golpes fue demasiado alto y le rompió una ceja y el ojo comenzó a ponerse morado. Agotada y dolorida gemía con fuerza mientras lo miraba desafiante... - Ahora hazmelo todo lo fuerte que puedas... hazlo duro... No dudó, en apenas un instante la giró, la colocó sobre el capó de uno de los coches y la penetró con rudeza... Las embestidas la hicieron sentirse a merced de sus deseos... la hicieron sentir una muñeca de trapo entre sus brazos. Lo sentía sobre ella, con su aliento en su cuello, agarrándola y lamiendo su piel de forma lasciva... Al terminar se marchó a casa Dolorida, magullada, con el rostro sangrando y amoratado, se miró al espejo de su baño. Aquella luz también era dorada... -Ahora al fin me veo tal y como me siento por dentro... ahora mi dolor es real. Solo la infinita oscuridad mata mis sentidos...

1 comentario:

  1. Esto me suena...Precioso, sinduda alguna sabes como plasmarlo para que incluso al leerlo te inunde un sentimiento de rabia y pena...

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